El proyecto se plantea como un edificio en una sola planta, en un solar cercano al cementerio municipal de la misma ciudad.
Inicialmente se trata de un tanatorio de reducidas dimensiones, con cuatro salas de velatorio y una sala oratorio. En la zona más próxima al aparcamiento exterior, se sitúan los usos más públicos como son la cafetería y la tienda de flores, y mediante un eje de paso entre las dos piezas se llega al acceso principal del tanatorio.
El tanatorio se estudia de manera flexible para un futuro crecimiento en caso de necesidad, por ello se sitúan dos grandes patios en la zona de velatorios con las dimensiones necesarias para poder ampliar dos salas de velatorio más sin tener afectaciones de estructura.
La volumetría exterior se diseña como una construcción lineal, con cubiertas planas y diferentes volúmenes. Con una combinación de muros exteriores se consigue la privacidad visual necesaria en este tipo de edificios.