Este edificio destinado a usos terciarios está emplazado a La Rambla de Barcelona, la calle más significativa y activa de la ciudad. Ubicada en el corazón de Ciutat Vella.
Se trata de un edificio complejo, con un aparcamiento robotizado de 11 plantas hasta los 24 m de profundidad, planta baja y 5 plantas piso. En todo momento se tuvo en cuenta la relación del edificio con el entorno arquitectónico y se diseñaron las fachadas para que se integrasen con el conjunto.
La aparición de un gran vacío en la fachada permite la visión del campanario de la basílica gótica de Santa María del Pino y una permeabilidad hacia los tejidos urbanos de la ciudad.
Obra seleccionada en los Premios FAD 93.